¿Por qué es importante una distribución adecuada de gases para optimizar las operaciones del laboratorio?
Imagínese ser un técnico de laboratorio. Al realizar la prueba o el análisis previsto, se acerca al punto de uso de un gas específico. Activa un mecanismo para obtener el gas necesario, pero el flujo y la presión son inferiores a los esperados.
Esto es un problema por varias razones:
La precisión de las pruebas que está realizando no es necesariamente confiable y es posible que no pueda avanzar en absoluto.
La solución de problemas para llegar a la raíz del problema requiere tiempo y dinero, y es difícil decir cuánto tiempo.
Si una fuga provoca estos problemas de flujo, también puede haber problemas de seguridad asociados, por lo que abordar esto es una prioridad máxima.
Independientemente de la ubicación de su laboratorio (dentro de un centro de investigación, una refinería química u otra planta industrial), estas repercusiones pueden tener un impacto significativo en las operaciones locales. Además, demuestran la importancia de un suministro de gas constante y fiable a los puntos de uso críticos.
El personal y la dirección del laboratorio tienen muchas prioridades importantes a diario, y la distribución de gases rara vez es una prioridad. Sin embargo, un sistema de distribución de gases bien diseñado puede desempeñar un papel fundamental en la consistencia, precisión, productividad y seguridad continuas que requiere cualquier entorno de laboratorio. A continuación, se presentan algunas razones:
Todos los gases presentan riesgos potenciales
Algunos gases representan un mayor riesgo potencial que otros. Los gases tóxicos (como el amoníaco, el dióxido de azufre y el cloruro de hidrógeno) suponen un riesgo inmediato para la seguridad del laboratorio en caso de fuga. La exposición directa a cualquiera de estos gases es muy peligrosa y debe evitarse expresamente.
Sin embargo, es importante recordar que todos los gases pueden representar un riesgo para la seguridad si se escapan del sistema de distribución. Por ejemplo, si entra suficiente oxígeno o hidrógeno en la atmósfera de su laboratorio o fábrica, pueden volverse altamente inflamables. El nitrógeno que escapa del sistema desplaza los niveles de oxígeno en la atmósfera, creando un entorno potencialmente peligroso en un espacio cerrado. Gases más pesados, como el propano y el butano, pueden caer y acumularse en cavidades y carcasas de nivel inferior, creando un riesgo de explosión.
Dado que gases como el oxígeno, el hidrógeno y el nitrógeno no siempre se manejan con el mismo cuidado que los gases tóxicos, los LABS pueden experimentar pequeñas fugas sin que los operadores se den cuenta. Esto, en primer lugar, supone un riesgo para la seguridad. Pero el gas que se escapa también es un gas desperdiciado que puede suponer un coste económico considerable.
¿Cómo garantiza que todos los gases se manipulen con el debido cuidado en sus instalaciones? Una evaluación profesional es una forma eficaz de identificar fugas desconocidas y descubrir estrategias de diseño del sistema de distribución que ayuden a maximizar la seguridad.
Presión y flujo: fundamentales para su productividad
Aunque no siempre indican un riesgo para la seguridad, unos niveles inadecuados de presión y flujo de gas en el laboratorio pueden afectar su capacidad para realizar las tareas de laboratorio con la mayor eficiencia y precisión posibles. Por ejemplo, niveles bajos de presión y flujo pueden limitar el número de pruebas que puede realizar en un tiempo determinado. También pueden afectar el funcionamiento del equipo de prueba.
A menudo, los niveles de presión y caudal subóptimos se deben a un diseño ineficiente del sistema. Un ejemplo clásico es el sobrediseño del sistema, que incluye demasiadas válvulas o reguladores para regular la presión desde la fuente hasta el punto de uso. El sistema de distribución de aire y sonido se diseña con la menor cantidad posible de válvulas y reguladores para satisfacer las necesidades del usuario en el punto de uso. Recuerde que, en todos los casos, "más" no es lo mismo que "mejor".
En caso de sobrediseño, también es común compensar el costo de válvulas o reguladores adicionales eligiendo una línea de suministro de gas más pequeña. La combinación de válvulas adicionales y líneas más pequeñas puede limitar considerablemente la presión y el caudal máximos disponibles en el punto de uso, lo que limita la eficiencia de las pruebas de laboratorio. Además, preseleccionar una línea más pequeña limitará el caudal máximo del sistema, lo que puede causar problemas si cambian las necesidades.
Nuevamente, una evaluación profesional puede ser beneficiosa en este caso. Un experto en distribución de gas puede ayudarle a identificar dónde necesita mejorar su diseño y a alcanzar los requisitos de punto de uso requeridos sin limitar artificialmente la presión y el caudal en caso de que necesite niveles más altos en el futuro.
¿Le interesa saber más sobre cómo optimizar su sistema o cómo una evaluación profesional puede beneficiar a su laboratorio? Contacte con nuestros expertos en distribución de gas para hablar sobre sus desafíos y obtener información sobre cómo construir un sistema de suministro de gas confiable.